El portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, Eduardo Alonso, ha pedido hoy al consejero Oliván que rectifique y retire su propuesta de cerrar los laboratorios de los diferentes hospitales públicos para unificarlos en un solo que estaría en Zaragoza «porque tendría un gran perjuicio para los usuarios, deterioraría la calidad de la sanidad pública y no supone un ahorro además de perjudicar a los profesionales”.
Alonso ha realizado estas declaraciones tras haber presentado esta semana en las Cortes de Aragón el alcalde de Barbasto, Antonio Cosculluela, acompañado con todos los portavoces municipales, salvo el PP, un total de 21.214 firmas contra el cierre del laboratorio de localidad. «Estamos ante una cuestión de vertebración del territorio porque es un servicio esencial para los ciudadanos y para los pacientes, por ello se debe tener en cuenta la realidad orográfica de Aragón porque no es lo mismo hacer un análisis a un paciente que está a minutos de su centro de referencia que el mismo tenga que viajar más de dos horas. El consejero demuestra que conoce poco Aragón”, añade.
El diputado indica que «el consejero parte de un planteamiento erróneo porque en sitios donde se han unificado los laboratorios como Madrid o Navarra son uniprovinciales y además no existe el problema de las distancias ni la orografía de Aragón”.
El portavoz socialista ha indicado que «la comunidad científica también está en contra de esta medida porque se pierde fiabilidad en los análisis”. Igualmente, indica que «la medida esconde, como muchas decisiones vinculadas a la sanidad y la educación, una voluntad de negocio y privatización”.
Alonso ha señalado que «en el fondo de todas las decisiones hay una clara voluntad del Gobierno de Rudi de desprestigiar la sanidad pública como hace con los médicos de Primaria al recortar las sustituciones previstas en 2013, lo que obligará a duplicidad de consultas o incluso al cierre temporal”.
Además, el diputado mostró su inquietud porque sólo se haya cubierto en 2012 el 50 % de las vacantes generadas por las jubilaciones y alertó de que el Gobierno pretende dejar sin cubrir 2.368 plazas en el Salud durante los próximos cinco años, de los que 581 son médicos. Alonso ha señalado que la multiplicación de las listas de espera, la supresión de la jornada deslizante, la rescisión de contratos de personal de suplencia, la reducción de plantillas, la paralización de quirófanos fuera del horario de mañana y la supresión de peonadas son otros elementos que inciden en la pérdida de calidad de la sanidad pública.