Zaragoza, 16 de enero de 2022.- El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha presidido el acto de formalización ante notario de aceptación de la cesión gratuita de la Casa de Aragón que aprobó la Asociación del Centro Aragonés de Barcelona- casa de Aragón en favor del Gobierno de Aragón.
Lambán ha explicado que con este paso necesario para proceder a su restauración se constata el compromiso del Gobierno de Aragón con el centro para su dignificación arquitectónica. Las obras de rehabilitación, cuyo proyecto de ejecución de las obras se espera licitar antes del verano, cuentan con una partida de 1,5 millones de euros en el Presupuesto de 2023, que irá acompasada por la puesta en funcionamiento de nuevos espacios.
En la cesión se contempla el derecho de usufructo en favor de la Asociación Centro Aragonés de Barcelona- Casa de Aragón sobre el Teatro Goya, incluido en el inmueble cedido al Gobierno de Aragón, de manera que le permita temporalmente la explotación del mismo, garantizándose así la principal fuente de financiación de la casa.
La adecuación del edifico deberá dar paso después a un relanzamiento de las actividades que perpetúen el centro como referencia de los aragoneses que viven en Barcelona y sobre todo que sirva de impulso y promoción de diferentes iniciativas aragonesas que se quieran presentar en la ciudad Condal.
La solución que se da ahora a la Casa de Aragón ha supuesto una profunda reflexión en busca de la mejor salida a este centro de más de cien años de historia. Se trata de conservar un patrimonio arquitectónico que lleva la firma de Miguel Ángel Navarro y de honrar a los aragoneses que la pusieron en marcha, los que salieron de Aragón para progresar y que fueron los mejores embajadores de una manera de ser y de pensar y de los valores de la comunidad. Al mismo tiempo, se afronta una nueva etapa, acorde al Aragón del siglo XXI, el que, según Lambán, se ha forjado en el estado autonómico de estos 40 años y que permite a la comunidad mirar de igual a igual a otras comunidades, incluida Cataluña a la que antes se miraba con inferioridad. “Nuestra economía es industrial, diversificada y muy potente en muchos sectores. La relación económica con Cataluña es bidireccional hoy y da lugar a un intercambio fecundo. Además, en el terreno de la cultura, la creación, o la investigación se empieza a codear con las mejores del país. Por eso, aspiramos a que el centro aragonés sea escaparate de las potencialidades económicas u culturales aragoneses y ser lugar de encuentro entre Aragón y Cataluña en todos los aspectos”, ha argumentado Lambán.
Según el presidente del centro aragonés en Barcelona, Jesús Félez, hoy es un día de alegría y hace honor a una “historia de ambición, de solidaridad, generosidad, emprendimiento y de amor a la propia cultura y arraigo a la tierra de la que uno viene” y se ha mostrado convencido de que se inicia una nueva etapa en la que Aragón tiene una puerta abierta al mar.
En el acto de cesión han estado presentes varios miembros de la junta del centro aragonés, así como el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, y el consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, así como el presidente de Feria de Zaragoza, Manuel Teruel.
Antecedentes
El Gobierno de Aragón aceptó la cesión de la Casa de Aragón el 23 de junio de 2022 (Decreto 97/2022, del 23 de junio), tras la decisión de la Asociación Centro Aragonés de Barcelona- Casa de Aragón de ceder gratuitamente el inmueble situado en la calle Joaquín Costa, 68 y Torres Amat, 4 de Barcelona.
De esta manera, el inmueble se incorpora al Patrimonio aragonés, pero seguirá siendo sede del Centro aragonés de Barcelona y seguirá actuando como referente de la Comunidad en la ciudad Condal.
La Casa de Barcelona es una de las más activas, como lo ha demostrado a lo largo de los 107 años de funcionamiento y quiere con esta nueva etapa darle un impulso para adatarla a los nuevos tiempos (en los que el concepto original de casa regional se ha visto superado) y sobre todo para comportarse como un foco de actividad aragonesa en el corazón de Barcelona. Es decir, además de seguir con un amplio abanico de actividades para los socios, la Casa debe servir de caja de resonancia para difundir en una gran ciudad como Barcelona las iniciativas económicas, sociales, culturales y de toda índole que se gesten en Aragón.
Teatro Goya
Tras diversas intervenciones, dispone de 2.500 m2. En la actualidad se mantiene en funcionamiento y se encuentra cedido en arrendamiento por el Centro Aragonés a la Compañía Serveis Escenics Goya SL.
El contrato de arrendamiento se formalizó en mayo de 2006 y tiene una duración de 15 años, pudiendo prorrogarse por diez años más (situación en la que se encuentra en la actualidad).
La casa de Aragón ha manifestado su deseo de continuar con la explotación del teatro ya que su rendimiento le aporta la financiación necesaria para mantener su actividad social. El Gobierno de Aragón ha sido sensible a esta petición, razón por la que se ha optado por constituir un derecho de usufructo del teatro a favor de la Casa de Aragón.
Tendrá una duración de cuatro años, que se podrán prorrogar de forma expresa hasta un máximo de 30 años, que es el periodo que establece a este fin el Código Civil.
Trabajos de rehabilitación
La Casa de Aragón ya había contratado previamente a la cesión del edificio a un equipo de arquitectos para que realizaron un examen previo del inmueble. El Gobierno de Aragón mantuvo el trabajo con estos profesionales que en noviembre de 2022 presentaron el informe- diagnóstico de las patologías que afectan al edificio. Éstas se concentran sobre todo en las cubiertas y en el sistema de recogida de aguas.
Las deficiencias que afectan a estos elementos han acabado repercutiendo en las cerchas de madera, en los elementos de fachada y en los cielorrasos de espacios bajo cubierta.
El siguiente paso en el que se trabaja ya es la redacción del proyecto básico y la petición de licencia de obras al Ayuntamiento de Barcelona. La idea es que el próximo mes de abril se pueda licitar el proyecto de ejecución de obras que permita la rehabilitación del centro.
Referencia histórica
El inmueble del Centro Aragonés de Barcelona es la sede de la Casa de Aragón desde 1916.
Cuenta entre sus usos con los de local de reunión, espacio formativo, cultural (Teatro Goya) y de hostelería-restauración, junto con otros usos secundarios, administrativo, local de exposiciones, etc, al servicio de los socios.
El Centro Aragonés nació para reunir a quienes formaban la que llamaban ‘segunda ciudad de Aragón y mantener su conexión emocional con las raíces aragonesas; El Teatro Goya, por su parte, tuvo una presencia muy activa en la vida cultural de Barcelona, viendo pasar por él a figuras como Carlos Gardel, Raquel Meller o Margarita Xirgú.
Cuenta además con una biblioteca especializada en temas aragoneses con 17.000 volúmenes.
Se trata de un edificio historicista inspirado en la arquitectura civil del Renacimiento aragonesa, proyectado por Miguel Ángel Navarro. En las obras participaron conocidos industriales aragoneses, como la empresa ‘La Veneciana’ del que había sido gran impulsor de la Exposición Internacional de 1908 Basilio Paraíso, que adornó el Centro con las vidrieras policromadas de los escudos de Aragón y sus principales ciudades. En 2008 se incorporaron a su decoración los dos murales de Jorge Gay que adornan el vestíbulo principal.
El edificio se levanta sobre un solar de 1.195 m2 situado en la Calle de Joaquín Costa nº 68 angular a Torres Amat nº 2-4, en terrenos de lo que fue el convento de Valdoncella, en el perímetro del casco antiguo barcelonés junto a la Ronda de Sant Antoni. Al poco de inaugurarse el Centro se cambió el nombre de la entonces calle de Poniente por el actual de Joaquín Costa, a iniciativa del Centro Aragonés.
La construcción es un bloque entre medianeras de sótano y 4 plantas alzadas que suman 4.207 m2 construidos; 2.500 m2 forman el Teatro Goya, quedando como club social los restantes 1.707 m2. Estas cifras resumen un proceso de más de cien años a lo largo de los cuales el edificio original, algo más pequeño que el actual, se recreció en 1947-49 al ampliar su fondo para agrandar la caja escénica del teatro y levantarse la última planta formando una remonta sobre el chaflán. En 2008 una nueva rehabilitación a cargo del actual inquilino del Teatro Goya lo dejó en esos 2.500 m2 de su estado actual.