Zaragoza, 31 de diciembre de 2020.- El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha pronunciado hoy su discurso de fin de año en que ha comenzado despidiendo el año 2020 como la peor catástrofe padecida por este país desde hace 80 años y recordado a las más de 2.600 víctimas mortales de la pandemia en Aragón, solidarizándose con sus familias, y reconociendo la labor de todos los servicios esenciales implicados en combatirla.
Consciente del sufrimiento de la sociedad aragonesa, ha pedido disculpas por los errores cometidos y la limitación de derechos; al sector hospitalario por no haberle podido proporcionar al principio toda la protección que necesitaban, así como a los sectores más afectados por las restricciones, hostelería, turismo, comercio, cultura y deporte, que les han generado pérdidas “cuantiosas” que tratarán de compensarse, completando en 2021 las ayudas concedidas en 2020.
Pero también ha hecho hincapié en que la prioridad de su gobierno es proteger la salud y la vida de los aragoneses, sin escatimar jamás recursos materiales “y sin dudar ni un instante a la hora de tomar decisiones, por duras que estas sean”, recordando que incluso las Cortes de Aragón son el único Parlamento de España que ha aprobado una ley para hacer frente a la pandemia.
En todo caso, ha insistido en que el ejecutivo se está dejando la piel y hasta la salud “para evitar males mayores” y ha recordado que ha querido ir «siempre con la verdad por delante, sin prometer milagros ni soluciones mágicas porque no existen». De hecho, la vacuna que puede acabar con la pandemia en unos meses, no evitará que quedan secuelas sociales y económicas “que nos costará superar”, ha advertido.
Para ello, preside un gobierno moderado y transversal que, pese a estar integrado por cuatro partidos, tiene clara su hoja de ruta que no es otra que proteger a los más vulnerables, garantizar la igualdad de oportunidades, no dejar a nadie atrás y seguir dando pasos para que Aragón lidere sectores como la agroalimentación, la logística, la automoción, las energías renovables o la digitalización, con proyectos estratégicos como Bonárea o Amazon, “a los que se sumarán este año otros muy importantes que van a impulsar con pulmón de gigante la economía de la Comunidad”, ha avanzado el presidente.
Militante activo de la moderación
El presidente de Aragón ha dedicado un apartado de su discurso de fin de año a España, a cuyo futuro –afirma- Aragón está “indisolublemente vinculado el de Aragón, por ser parte importante”. Añade que la prosperidad y bienestar de los aragoneses depende de la estabilidad política de la Comunidad pero también de la de la Nación en su conjunto.
Lamenta Lambán que “por desgracia”, hay ahora grupos políticos “dedicados a perturbar esa estabilidad promoviendo enfrentamientos ideológicos y territoriales e impidiendo los grandes pactos que necesita el país. Afanados ¡en resucitar los frentismos de izquierdas y de derechas que tan nefastas consecuencias tuvieron en la historia de nuestro país y que ponen en riesgo ahora el futuro apacible y próspero que queremos para nuestros hijos”.
Firme en sus convicciones socialistas, insiste en haber aprendido lo principal de hombres como Indalecio Prieto, Julián Besteiro o Ramón Rubial, “que a España hay que ponerla siempre por delante del partido”. Por ello, se sitúa frente a la sinrazón y el radicalismo, declarándose “militante activo de la moderación y del sentido común” y ofrece su apoyo al Presidente Sánchez para construir puentes de entendimiento en torno a la Constitución, a sus valores y principios, y en torno a una idea de España entendida como un gran proyecto común, “que tan dignamente simboliza el Jefe constitucional del Estado, el Rey Felipe VI”.
Por el contrario, se declara orgulloso de presidir una Comunidad donde los principios de la moderación y del pacto inspiran la vida política y social de una manera “admirable” y recuerda el esfuerzo de las fuerzas políticas, los agentes sociales y la Federación de Municipios que ya en junio firmaron la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica, “que es la que, desde entonces, nos marca el camino correcto”.
Además de reconocer el compromiso de empresarios y sindicatos, de ayuntamientos y diputaciones, de investigadores y creadores, de la Universidad, de la escuela pública y de la concertada, de organizaciones agrarias y cooperativas, del tercer sector y de las fuerzas políticas, ha agradecido la generosidad y altura de miras de la oposición, en particular de dos fuerzas de ámbitos ideológicos tan dispares como Ciudadanos e Izquierda Unida, “que han renunciado a sacar provecho electoral de la pandemia y han arrimado el hombro para que la Comunidad salga adelante”.
275 aniversario de Goya
El presidente de Aragón ha pronunciado su discurso de fin de año en el Museo de Zaragoza, en los espacios dedicados a la obra de Francisco de Goya, del que el próximo año se cumplirá el 275 aniversario de su nacimiento y para cuya celebración diseña ya una programación el Gobierno de Aragón.
De la fuerza evocadora del genio aragonés devenido genio universal, ha aprovechado Javier Lambán para volver a recordar que los aragoneses “somos mucho mejores de lo que pensamos y que, si nos lo proponemos, nos sobra fuerza y talento para afrontar con éxito cualquier desafío”, en un año crucial en el que “debemos para dar lo mejor de nosotros mismos después, cuando haya que hacer frente a la recuperación de los destrozos económicos y sociales causados por la COVID-19”.