El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, acompañado por la consejera de Educación, Cultura y Deporte, María Victoria Broto, y el presidente de la Diputación de Zaragoza, Javier Lambán, ha asistido a la presentación del libro «Diccionario de autores aragoneses contemporáneos 1885-2005», promovido por la Asociación Aragonesa de Escritores, elaborado por Javier Barreiro y editado por la institución supramunicipal.
Se trata de la primera obra de estas características realizada tras la edición, entre 1798 y 1802, de los ocho tomos de la Biblioteca de autores aragoneses de Latassa, posteriormente refundida por Gómez Uriel en 1885.
Este diccionario recoge en 1.200 páginas las biografías y reseñas de las obras de 1.620 autores aragoneses a lo largo de 120 años. Se trata, en muchos casos, de escritores desconocidos y olvidados que ahora recuperan su espacio en la historia literaria aragonesa. El libro cuenta con 1.781 fichas que resultarán especialmente útiles para investigadores, bibliotecarios, libreros, profesores, estudiantes y bibliófilos.
Marcelino Iglesias, en su discurso, ha destacado que «este diccionario pone de manifiesto la excelente salud que en estos momentos de inicios del siglo XXI viven las letras aragonesas». Ha insistido en que «la literatura es uno de los elementos más importantes para crear el imaginario colectivo de un territorio, la imagen ideal» y «uno de los mejores aliados del atractivo de las ciudades y sociedades».
El presidente de Aragón ha recordado que abril es «el mes dedicado al libro», un mes en el que se organizan diferentes ferias, se celebra el Día del Libro y se entrega el premio de las Letras Aragonesas. Este mes, ha añadido, «recuerda la inagotable tarea de afianzar todos los ámbitos del libro», y ha hecho alusión a los sectores de la creación, edición, distribución, bibliotecas, etc.
Por su parte, Javier Barreiro, autor del libro y profesor de instituto ha señalado que con este diccionario y con el de Latassa, «la literatura aragonesa se convierte en la mejor catalogada». Barreiro ha explicado que en la elaboración del diccionario ha empleado cuatro años, si bien ha dedicado toda su vida profesional a la consecución de información.