Aunque todavía no se conoce el nuevo plan de reestructuración que los responsables de General Motors aplicarán a las plantas que tienen en Europa, tras la reunión que esta mañana han mantenido el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y el vicepresidente, José Ángel Biel, con el presidente de Opel Europa, Nick Reilly, todo parece indicar que los planes de futuro para la planta de Figueruelas podrían mejorar las condiciones pactadas con Magna.
En el encuentro, que se ha celebrado esta mañana en Zaragoza, han participado también el consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz, el consejero de Industria, Comercio y Turismo, Arturo Aliaga, el vicepresidente de Manufacturas de GM, Reynald Hoben, la vicepresidenta de Relaciones Institucionales de GM Europa, Tayce Nakafield, y el director Financiero de Opel España, Francisco Lara.
Una vez finalizado el encuentro, Marcelino Iglesias ha puesto de manifiesto su convencimiento de que instituciones, empresa y sindicatos serán capaces de llevar a cabo una buena negociación que, en definitiva, permitirá seguir haciendo muchos coches, muy buenos y que se puedan vender en todo el mundo.
Por su parte, el máximo representante de la compañía en Europa ha anunciado su intención de, en el plazo de las dos próximas semanas, presentar el plan de reestructuración que aplicarán a las plantas ubicadas en el continente. Nick Reilly ha manifestado su confianza en que la planta aragonesa sea una referencia permanente y ha explicado que, dada la mejora experimentada por la situación económica de la compañía, GM mantendrá el 100% de la propiedad. Reilly ha puesto de manifiesto también la elevada profesional y preparación de los trabajadores de Figueruelas.
Por lo que respecta a los consejeros de Economía e Industria, han insistido en el hecho de que, de las palabras del consejero delegado de GM, se desprende que la planta de Figueruelas tiene un recorrido a medio y largo plazo y seguirá siendo clave en el continente europeo.
La visita a Zaragoza del responsable de la firma automovilística ha permitido, además, poner de manifiesto las fortalezas de la fábrica de Zaragoza en aspectos tecnológicos, formación de trabajadores y buena disposición de los sindicatos.