Iglesias: «Las autonomías no privan al Estado de sus competencias»

En su intervención en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de Madrid, el presidente de Aragón ha destacado el valor del sistema electoral español, que ha «favorecido la estabilidad política actual»

El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha participado en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de Madrid donde ha analizado los 30 años de la Constitución Española, desde la perspectiva de las Comunidades Autónomas.

En su intervención ha subrayado que la Constitución «ha sido un éxito», ya que en estas tres décadas se han consolidado «las libertades, el reconocimiento y ampliación de los derechos, el progreso social, cultural y económico». Asimismo, ha hecho hincapié en el papel que, en estos años, ha desempeñado la sociedad civil y en cómo ha cambiado la sociedad española.

Para Iglesias, ese éxito de la Constitución de 1978 radica en que «no hizo concesiones, desde el punto de vista de las exigencias de una democracia avanzada, a una sociedad todavía con perfiles autoritarios y tampoco cometió el error de perder sus energías transformadoras en enunciados de imposible cumplimiento». Ha dicho, también, que es una Constitución «con un horizonte transformador y con un proyecto de cambio permanente que sigue tan vivo como hace 30 años y crea, en definitiva, cultura constitucional».

Estabilidad política

En su intervención ha defendido el papel de los partidos políticos en la construcción del Estado. Tal y como ha explicado el presidente de Aragón, «han respondido al reto, han diluido sus perfiles antisistema al hilo de la consolidación de la democracia constitucional y han desempeñado con lealtad las posiciones institucionales en las que los electores les han ido situando». El presidente ha defendido el sistema electoral, a pesar de las críticas que genera en ocasiones, por ser un elemento más en la consecución de la estabilidad política actual.

No obstante, ha subrayado la necesidad de lograr la implicación de los ciudadanos en la construcción de políticas públicas y ha propuesto trabajar para «propiciar la participación ciudadana si se quiere incrementar la calidad democrática» Algo que en Aragón se ha plasmado ya con la creación de la Dirección General de Participación Ciudadana, cuyo objetivo es «dinamizar y cualificar la participación, porque la fuerza de la democracia está en la participación».

Estado y Autonomías

Iglesias se ha referido a las relaciones Estado y Autonomías y a los malentendidos que surgen en ocasiones. El presidente ha querido dejar claro que las Comunidades Autónomas «no estamos en una lucha por privar a los órganos centrales del Estado de competencias, sino que estamos construyendo estructuras propias para dar respuesta a necesidades de la sociedad española». Ha negado que sistemas complejos e inestabilidad política «vayan de la mano» y ha puesto como ejemplo los casos de Estados Unidos y Alemania.

Siguiendo con las relaciones entre Estado y Autonomías, el presidente ha hablado también del sistema de financiación, del que ha dicho que lo «que está en juego es el sistema de distribución de recursos escasos. Se olvida que el poder político estatal se legitima por su capacidad para distribuir recursos escasos».

Iglesias ha insistido en que el nuevo modelo «deberá garantizar la cohesión territorial y social, sobre la base de los principios de igualdad de oportunidades, equidad, solidaridad y justicia social». Ha recordado que el Estatuto de Autonomía de Aragón defiende que el modelo de financiación «debe avanzar en la autonomía financiera, en la suficiencia y en la responsabilidad fiscal, a la vez que refuerce la función redistributiva y la solidaridad interterritorial». En este sentido, ha hecho hincapié en que las actuales variables de reparto «deben modularse con la incorporación de la superficie, la dispersión y el envejecimiento, puesto que son elementos clave que gravan el coste de la prestación de los servicios a la ciudadanía».

Reformas constitucionales

El presidente ha defendido las reformas constitucionales, pero ha apelado al sentido de la «responsabilidad y de la conciencia de lo cambiante en la política». «Cuando se habla de reformar componentes constitucionales del Estado que hemos denominado autonómico, creo que debemos recordar que los elementos fundamentales de nuestro actual estado autonómico, nacieron de unos pactos o acuerdos que no tenían ningún respaldo institucional formal, sino puramente político».

Entre las reformas a llevar a cabo ha mencionado la que tiene que ver con la sucesión a la Corona, sobre la que ha dicho «se hace más evidente cuando hemos aprobado una Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres». Igualmente, ha destacado la necesidad de transformar el Senado en una auténtica cámara de representación territorial, «un espacio de diálogo y negociación entre el Estado y las Comunidades Autónomas; más coherente con la realidad territorial en sus funciones, en su composición y en su papel institucional».

Retos de futuro

Marcelino Iglesias ha finalizado su intervención hablando del futuro de la sociedad española y de los logros en el estado del bienestar social en estos treinta años. «Estamos en condiciones de afirmar que nuestros jóvenes componen la generación mejor preparada no sólo para su inserción en el mercado de trabajo sino para afrontar los imprevisibles retos del futuro. Esto es resultado de una voluntad colectiva, de la asignación de una ingente cantidad de recursos para ello».

Asimismo, ha comentado el «esfuerzo en sanidad o el iniciado a través del desarrollo de la protección social exigida como consecuencia de profundas transformaciones en el modelo de convivencia familiar. Todo ello forma parte de la amplia agenda social de la Constitución y del Estatuto de Autonomía de Aragón, y son datos que apuntan a una transformación cualitativa, a nuevas y revolucionarias demandas».

También ha mencionado el cambio climático o las dimensiones de la acumulación de CO2 con Kyoto, «la búsqueda ya irreversible de un nuevo modelo energético, la construcción de nuevas estructuras de gestión de los nuevos problemas globales son retos que escapan a los modelos y estructuras políticas clásicas». En este sentido, ha hecho un llamamiento a trabajar de manera transversal, implicando a todas las administraciones para llevar a cabo una «ordenación de los recursos naturales de modo racional, acorde al concepto de sostenibilidad y no al de las inercias de modelos de crecimiento en quiebra».