Iglesias resalta el valor de Zapatero y la importancia de su gestión para Aragón

Iglesias recuerda que lo primero que hizo Zapatero al llegar a la Moncloa fue retirar las tropas de Irak, y lo segundo fue derogar el trasvase del Ebro, impulsado por el PP

Zaragoza, 25/02/08.- El secretario general del PSOE-Aragón, Marcelino Iglesias, resaltó hoy el «valor» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al asumir sus compromisos, especialmente importantes para Aragón en cuestiones como la derogación del trasvase del Ebro o el apoyo a la Expo de Zaragoza.

Iglesias, también presidente del Gobierno aragonés, compareció hoy ante los medios de comunicación para avanzar las primeras impresiones de los socialistas en el cuarto día de campaña electoral, y se refirió a los hechos, «tozudos, objetivos y claros», para mostrar las diferencias que a su juicio existen entre el PP y el PSOE.

Así, insistió en que cuando Rodríguez Zapatero -candidato a la reelección, llegó a La Moncloa, «tuvo el valor» de cumplir su palabra, y después de su primera decisión de retirar las tropas de Irak, la segunda fue derogar el trasvase del Ebro que incluía el Plan Hidrológico Nacional impulsado por el popular José María Aznar.

Aunque algunos «pequeños partidos» quieren colocar al PSOE en la «equidistancia» con respecto al trasvase del Ebro, Iglesias insistió en que lo que está claro es que el PP lo ideó, inauguró las obras e incluso «compró los tubos» y el PSOE derogó el proyecto.

Además, Zapatero apoyó decididamente la Exposición Internacional de 2008 de Zaragoza con su política de alianzas, que permitió conseguir decisivas adhesiones, así como la reforma del Estatuto de Autonomía.

La legislatura presidida por Zapatero, añadió Marcelino Iglesias, ha sido la época de «más intensa inversión en infraestructuras» de la historia.

Por ello, los socialistas de Aragón están «empeñados» en convencer a la ciudadanía de la Comunidad de que sólo Zapatero mantendrá esta «línea de compromiso» con esta región.

Si Zapatero no vuelve a La Moncloa, advirtió, supondrá una «vuelta atrás» del país en cuanto a políticas sociales, de modernización y crecimiento económico».

Iglesias hizo especial hincapié en la paridad de las listas socialistas, especialmente en la provincia de Zaragoza que, según las encuestas, podrían enviar a las Cortes Generales más mujeres que hombres.

Si el PSOE en Zaragoza revalida su representación en el Senado, la próxima legislatura habrá en la Cámara Alta dos mujeres y un hombre, mientras que de obtener cuatro diputados, como el PSOE prevé, dos serían mujeres.

Marcelino Iglesias insistió en que sus listas, paritarias y equilibradas, demuestran que para los socialistas la igualdad el algo «real» y «no formal».

Por su parte, el candidato socialista por Zaragoza, Jesús Membrado, dijo que sus sensaciones en el cuarto día de campaña demuestran que la receptividad de los ciudadanos hacia sus propuestas es «buena».

Sus objetivos, dijo, son dos: el primero demostrar lo que el PSOE ha hecho durante estos cuatro años y lo que no ha hecho el PP, que se ha dedicado sólo a «zarcear y entorpecer» y a airear el «fantasma» del «España se rompe», y el segundo plantear lo que quieren hacer.

En cuanto al agua, por ejemplo, recordó que el Plan Hidrológico Nacional de 2005 resuelve los problemas del agua en el levante, con inversiones «multimillonarias» en desalación y reutilización.

La candidata del PP, Luisa Fernanda Rudi, recordó Membrado, aprobó el trasvase, nunca ha votado a favor de su rechazo y «no ha hecho nada» por quitarlo del programa electoral popular.

En la rueda de prensa también participó el secretario general del PSOE-Zaragoza, Javier Lambán, quien cargó las tintas especialmente contra Rudi, de quien dijo, con ironía, que es «una cunera en su tierra» que rompe el principio de Arquímedes, porque «desplaza más de lo que pesa», en alusión a su poca influencia en el PP madrileño.

El PSOE, frente a ella, se presenta «cargado de credibilidad y razón» para pedir a los ciudadanos una confirmación para seguir haciendo cosas, como las obras del Pacto del Agua, que aunque reconoció que con retrasos han avanzado a un ritmo «seis veces superior» al que llevaban con los populares. EFE