Zaragoza, 21 jun (EFE).- El socialista Francisco Pina ha sido reelegido presidente de las Cortes de Aragón con los votos de PSOE, PAR, CHA e IU (44) y con la abstención del PP (23) y ha anunciado que la «gran empresa» del Parlamento será, en esta VII Legislatura, el desarrollo del nuevo Estatuto de Autonomía.
Pina fue el único candidato a presidir la institución y recibió el apoyo de todos los diputados, excepto los del PP, que votaron en blanco, mientras que los vicepresidentes de la cámara (la socialista Ana Fernández, que también repite, y el popular Miguel Ángel Lafuente) obtuvieron, respectivamente, 40 y 23 votos, con el voto en blanco de los parlamentarios de CHA.
En la Mesa de las Cortes, además de por Fernández y Lafuente, Pina estará acompañado por María Herrero (PAR) como secretaria primera, que logró los votos del PAR y del PSOE, y por Ana Grande (PP), que obtuvo los de su partido, porque tanto CHA como IU votaron en blanco.
La sesión solemne de constitución de las Cortes comenzó a las 11:00 horas, se levantó, por parte del nuevo presidente, en torno a las 13:10, y se desarrolló dentro de la normalidad.
Los 67 diputados de la Cámara Legislativa aragonesa se distribuyen entre los 30 del PSOE, 23 del PP, 9 del PAR, 4 de CHA y 1 de IU, quienes juraron su escaño ante la Biblia o lo prometieron ante la Constitución y el Estatuto.
En su discurso, Francisco Pina, el único presidente en la historia del Parlamento aragonés que repite en el cargo, aseguró que es un «orgullo» y un «honor» ser el primer «reelegido» por la Cámara y más cuando las Cortes forman «parte fundamental» de su compromiso político, por lo que insistió en que se «esforzará» por ser el presidente «de todos».
Pina destacó el papel de la Mesa de las Cortes como «órgano fundamental» del Parlamento, porque es «de todos», de los que la han pactado y de los que no, y rechazó que se convierta en escenario de «discrepancias con criterios estrictamente de partido» cuando debe de ser «una referencia de equilibrio y arbitraje».
El reelegido presidente detalló sus «asignaturas pendientes», como hacer un parlamento «más ágil, más conectado, más dinámico» y que dé «rápida respuesta» a los problemas, así como «imaginar fórmulas para despertar el interés ciudadano».
Entre sus primeros objetivos, explicó a los diputados, está proponer una reforma «consensuada» del Reglamento de la Cámara, para reducir plazos y tiempos y la creación de una Comisión del Futuro encargada de preparar a Aragón para las transformaciones sociales y económicas.
Es, no obstante, el desarrollo del Estatuto de Autonomía de Aragón la «gran empresa» de esta VII Legislatura, que por eso mismo consideró que será «diferente».
Pina planteó, asimismo, la elaboración de un Estatuto del Diputado, tanto para dignificar el papel de los parlamentarios como para recalcar la responsabilidad que éstos tienen en elevar el techo competencial de Aragón y aumentar el bienestar de los ciudadanos.
A la sesión de constitución de las Cortes asistió una importante representación de la vida política y social de la Comunidad, entre la que se encontraban los alcaldes de Zaragoza y Huesca, Juan Alberto Belloch y Fernando Elboj (el de Teruel, Miguel Ferrer, es diputado y se sentaba por tanto en su escaño), el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, el Justicia, Fernando García Vicente, el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, el rector de la Universidad, Felipe Pétriz, o los ex presidentes Juan Bolea, Emilio Eiroa y José María Mur.
En la bancada del Gobierno, encabezada por el presidente, Marcelino Iglesias, se sentaban además todos los actuales consejeros, en funciones, del gabinete, entre los que hay seis diputados incluyendo al propio Iglesias y a su vicepresidente, el aragonesista José Ángel Biel.
El ambiente de camaradería y la sensación de reencuentro después de casi tres meses marcaron la sesión solemne en las Cortes, que se han constituido con 21 caras nuevas y con 24 mujeres, el 35,82 por ciento del total de parlamentarios.