El nuevo Estatuto de Aragón entró hoy en vigor, en el Día de la Comunidad, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y después de ser ratificado en el Pleno del Senado el pasado miércoles, con el apoyo de todas las formaciones políticas y la abstención de ERC e ICV.
«Los aragoneses pueden estar de enhorabuena con este nuevo texto ya que a partir de los ciudadanos tenemos más capacidad para gestionar nuestros propios recursos , un nivel de autogobierno nunca antes conocido y una amplia variedad de derechos reconocidos», ha destacado ell portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Jesús Miguel Franco, al tiempo que ha reconocido la intensa labor de trabajo que se ha desarrollado durante los últimos años para sacar adelante el Estatuto.
El nuevo texto incluye como principales novedades un mandato a las instituciones públicas de velar para evitar transferencias de agua, la garantía de una reserva hidráulica de 6.550 hectómetros cúbicos para uso de los aragoneses y una disposición para ponderar las inversiones del Estado a la superficie y la despoblación.
Además, Aragón, «nacionalidad histórica» según el nuevo Estatuto, mantiene la disposición en la que «no renuncia» a «los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia» y recoge expresamente el principio de «lealtad institucional» en el que se basan las relaciones entre Aragón y el Estado.
La tercera reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón es la quinta que aprueba el Parlamento nacional esta legislatura, tras las de Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y Baleares, aunque el catalán se encuentra recurrido en el Tribunal Constitucional.