La creación de este centro, que estará al servicio del sector ganadero y de
la industria agroalimentaria, supone un importante avance en el diagnóstico, el
análisis y la investigación para prevenir enfermedades ganaderas. Actualmente,
existe un único centro similar, ubicado en Valdeolmos (Madrid), con lo que las
instalaciones de Aragón aspiran a ser un referente a nivel nacional.
El Centro Tecnológico de I+D de Seguridad Agroalimentaria está diseñado para
trabajar con los requisitos medioambientales y las medidas de seguridad más
exigentes. Está dividido en dos partes:
Una zona denominada P2. Está diseñada para eliminar los riesgos de
contaminación biológica. Aquí está ubicada la Unidad Técnica de Sanidad Animal
del Laboratorio Agroalimentario, con las siguientes líneas de ensayo:
microbiología, serología de porcino, serología de rumiantes, anatomía patológica
y parasitología, preparación y acceso de muestras. Además, en esta zona están
los laboratorios de serología, biología molecular, microbiología y
parasitología, así como las unidades de tecnología en producción animal y
sanidad animal del CITA, y la zona de administración.
La zona denominada P-3 está proyectada para evitar el alto riesgo de
contaminación biológica que se encuentra en la actividad de estas áreas. En esta
zona se trabaja con agentes biológicos patógenos que se pueden transmitir a
través del aire. Las potentes medidas de bioseguridad de esta parte del centro
hacen que el edificio haya sido diseñado teniendo en cuenta todas estas
estrictas medidas de seguridad.
La puesta en marcha de este Centro va a suponer la potenciación de los
equipos ya existentes en materia de investigación de Sanidad Animal y Vigilancia
Epidemiológica y Diagnóstico de los Departamentos de Agricultura y Alimentación
y Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón.
En total, se van a trasladar 46 personas. Este equipo, experto en
saneamiento ganadero, controles de erradicación de enfermedades, control de
nuevas patologías, investigación y transporte pecuario, va a implantar un
sistema de calidad para que a través de ENAC (Entidad Nacional de Acreditación)
se pueda acreditar todas las actuaciones realizadas. De esta forma, este
laboratorio quiere conseguir ser un centro emblemático en el Valle del Ebro, en
subsectores pecuarios como el porcino.
Asimismo, se reforzarán las vinculaciones entre los equipos de Agricultura y
Alimentación, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón
(CITA, organismo dependiente del Departamento de Ciencia, Tecnología y
Universidad), la Universidad de Zaragoza y otros centros de investigación del
Valle del Ebro con los que ya se mantienen contactos. Las medidas de seguridad
de estas instalaciones y el impulso a la incorporación de nuevos doctores de
alta cualificación científica van a permitir a los equipos aragoneses participar
en los más importantes programas de desarrollo científico a nivel nacional e
internacional, lo que redundará en un mejor conocimiento y control de las
principales afecciones patológicas de la ganadería aragonesa y la posibilidad de
proporcionar al sector la tecnología necesaria para asegurar al consumidor los
niveles de seguridad exigidos en la actualidad.
La creación de este centro completa un ambicioso plan de seguridad
alimentaria del Gobierno de Aragón que cuenta con tres pilares:
En primer lugar, la Agencia Aragonesa de Seguridad Alimentaria. Su
creación en febrero de 2003 responde a la necesidad de contar en Aragón
con un organismo que, con toda independencia y transparencia, evalúe los riesgos
en el ámbito de la seguridad alimentaria, preste asesoramiento científico a las
autoridades y sirva de órgano de consulta y participación de todos los agentes
implicados en la cadena alimentaria.
En segundo lugar, el servicio público de recogida y transporte de
cadáveres animales en explotaciones ganaderas. Este servicio, que comenzó en
2005 en 12 comarcas, se ha extendido a todo Aragón desde febrero de este año. La
empresa pública SIRASA (Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas SA),
encargada de la prestación del servicio, tiene previsto recoger y, por lo tanto,
dejar de enterrar en suelo aragonés, 70 millones de kilos durante 2006
procedentes de los cadáveres de todas las especies ganaderas. Se
trata de un servicio moderno y eficaz que pasa por ser uno de los más
modernos de toda Europa y responde a la necesidad de asegurar la salud pública,
la sanidad ganadera y la protección ambiental.
En tercer lugar, el centro permitirá satisfacer, por un lado, la
creciente demanda de diagnósticos y determinadas analíticas y, por el otro, la
demanda de seguridad en los productos alimenticios. El centro dispone de todos
los requisitos de bioseguridad para la elaboración de diagnósticos. Se trata de
una de las instalaciones más modernas del país en cuanto a medidas de
bioseguridad, lo que permitirá llevar a cabo investigaciones punteras para el
sector.
El Gobierno de Aragón ha fijado como uno de sus objetivos prioritarios la
apuesta clara y firme por la seguridad alimentaria. Para ello, ha
trabajado en los últimos años junto a los ganaderos, en procurar que nuestra
cabaña ganadera sea una de las más sanas del país. Este esfuerzo y el trabajo de
los profesionales, está dando sus frutos y ello ha hecho, que hoy la sanidad
animal en Aragón, sea una de las mejor consideradas dentro y fuera de España. Y
es que la seguridad alimentaria se ha convertido en un asunto prioritario para
los ciudadanos y, por lo tanto, para las Administraciones Públicas, que tienen
la responsabilidad y la obligación de garantizar la salud de los consumidores
llevando a cabo acciones necesarias para el control sanitario y la prevención de
riesgos para la salud derivados de los productos alimenticios.
Es importante destacar la importancia económica del sector ganadero en
Aragón. En 2005, se criaron en la Comunidad Autónoma un total de 68 millones de
cabezas de ganado, un hecho que convierte al sector ganadero en una potente
fuente de riqueza socioeconómica que superó los 1.600 millones de euros. El
valor económico de la ganadería en Aragón supera con creces al agrícola. Así, el
62% de la producción final agraria aragonesa corresponde a la actividad
ganadera, un peso que va creciendo con el paso de los años. La ganadería tiene
además una gran relevancia social, ya que supone un importante soporte para la
población rural, puesto que, en muchas zonas, contribuye al mantenimiento del
territorio y a la conservación del medio natural.