El PSOE reitera su compromiso en la lucha contra el SIDA

Después de más de 20 años, y más de 20 millones de personas fallecidas
tras el primer diagnóstico de sida en 1981, más de cuarenta millones de
personas están viviendo con el VIH. A pesar de la mejora de la calidad de
vida y la atención a las personas que viven con el VIH, o el desarrollo de
fármacos antirretrovíricos en los países más desarrollados, siguen
existiendo grandes obstáculos para invertir el curso de la epidemia a escala
mundial.
El rostro actual de la epidemia es la de una mujer negra subsahariana. Es
necesario abordar urgentemente los factores que contribuyen a la
vulnerabilidad y riesgo de la mujer, entre ellos las desigualdades culturales y
educativas y por razón de sexo, así como la violencia y la ignorancia. En
términos generales el SIDA ha reducido la esperanza de vida de las
poblaciones afectadas, estando por debajo de los 40 años en algunos países
africanos.
Sólo un 7% de las personas que necesitan tratamiento antirretrovírico en los
países en vías de desarrollo tiene acceso a estos medicamentos, es
necesario apostar por la ampliación de los programas de tratamiento en un
esfuerzo compartido entre los gobiernos y la industria farmacéutica.
Es necesario abordar el estigma y la discriminación, pues ambos fenómenos
entorpecen la eficacia de las respuestas al VIH e impiden el acceso de las
personas seropositivas a los sistemas sanitarios, dificultan el uso del
preservativo y obstaculizan el acceso y adherencia a los tratamientos
antirretrovíricos.
La Resolución del Parlamento Europeo sobre la Reducción de la Pobreza,
señala entre otros aspectos, el elevado número de violaciones de niñas y
mujeres en los países afectados por el VIH-SIDA, así como que la
subordinación sexual y económica de las mujeres es un motor para la
expansión de la epidemia, por lo que se hace necesario reducir la
vulnerabilidad social de las mujeres, mejorando su salud, su educación, su
situación legal y económica.
En España, las cifras nos indican que existe una población entre 120.000 y
150.000 personas que viven con el VIH, que sufren graves discriminaciones
en el ámbito social, laboral y sanitario.
Se hace pues necesario, tal como nos marcan las directrices de Naciones
Unidas y del Parlamento Europeo, dedicar el máximo de esfuerzos por parte
de todos los países, en el desarrollo de políticas de prevención, de
educación, de asistencia sanitaria, de apoyo al empleo, que favorezcan y
permitan una mejor calidad de vida de las poblaciones afectadas y
contribuyan al descenso en el número de personas infectadas.
El Parlamento Europeo ha solicitado a la Unión Europea el desarrollo de
políticas y programas que permitan la disposición de recursos importantes
para hacer frente entre otros aspectos a paliar los efectos en las
necesidades de las personas afectadas, en este sentido, hay que señalar el
incremento realizado por el Gobierno Socialista, en los Presupuestos
Generales del Estado para el 2005, que ha aumentado significativamente en
términos globales, y especialmente las partidas destinadas a financiar
programas de prevención que desarrollan las organizaciones de lucha contra
el VIH-SIDA en nuestro país.
La participación de la sociedad civil es fundamental para hacer frente al
problema del VIH-SIDA, con el reconocimiento y el respeto que las
asociaciones y entidades están teniendo a escala mundial, por ello se hace
imprescindible, tal como recomienda el Parlamento Europeo, establecer una
estrecha participación y colaboración de las ONGs en la aplicación de los
diferentes programas de acción comunitarios.
El día 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el VIH-SIDA, debe
hacernos reflexionar una vez más, sobre la incidencia y los efectos
negativos que el desarrollo de esta enfermedad está teniendo en los países,
e incluso en aquellos con niveles más altos de bienestar social. Estos
efectos requieren que el SIDA sea tratado como una prioridad en la agenda
de los Gobiernos y de los organismos internacionales.
Queremos reconocer el importante papel desarrollado por las
organizaciones no gubernamentales que trabajan en el VIH/SIDA y los
profesionales sanitarios, sin cuyo esfuerzo y compromiso no sería posible
abordar los retos y necesidades que el SIDA plantea.
En este día el Partido Socialista quiere reiterar su firme compromiso en la
lucha contra el SIDA, y su decidida apuesta por trabajar desde las
instituciones en todos los ámbitos necesarios que posibiliten una reducción
del número de nuevas infecciones en nuestro país, la mejora y calidad de los
servicios públicos sanitarios, la atención social a las personas afectadas y
sus familiares y un decidido esfuerzo para impedir el estigma y la
discriminación de las personas que viven con el VIH.