Premio dar vida a los años

Las concejalías del Mayor y de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Zaragoza han convocado el premio Dar Vida a los Años, que se entregará el día 20 de diciembre en el transcurso de un homenaje que se ofrecerá a Antonio Beltrán Martínez, María de Ávila y Conchita Carrillo.


Esta distinción no quiere premiar la trayectoria profesional de los galardonados, sino reconocer y divulgar el modo de vida de los tres premiados, que siguen teniendo una vida activa, llena de aportaciones sociales pese a haber superado la edad de jubilación.

El Ayuntamiento de Zaragoza es consciente de la filosofía injusta que se aplica a todos los mayores una vez que alcanzan el fin de su vida laboral, ya que automáticamente pasan a quedar relegados en la sociedad y a estar en contextos pasivos y marginales. Esta filosofía está impulsando un estilo de vida no integrador.

Por eso, la concejalía del Mayor y Participación Ciudadana trabajan por cambiar estas pautas de actuación que consideran «injustas» y «despilfarradoras», porque se está perdiendo un capital humano rico en experiencia y tiempo.

La creación del premio Dar vida a los Años, que tendrá carácter anual y se entregará en las fechas de Navidad, pretende luchar contra las tendencias que aíslan al anciano y demostrar que la vida «es también proyecto personal, aportación social y crecimiento en valores todos los días», aseguró el concejal del Mayor, Laureano Garín, quien añadió que este tipo de actitudes y aportaciones son «fundamentales para el progreso de la sociedad y fomentan la cohesión y el respeto entre las personas, que no sólo viene dado por el status laboral», dijo.

Así, el primer galardón Dar Vida a los años, que se entregará a Antonio Beltrán, María de Ávila y Conchita Carrillo en su primera edición, constituye un reconocimiento a un programa de desarrollo personal continuado en la etapa de madurez. Su elección como personas públicas pretende proyectar  su renombre para que la sociedad preste atención a un modelo cultural que asigne valor social al ciudadano activo en cualquier etapa de su vida.

DATOS BIOGRÁFICOS

MARÍA DE ÁVILA: Comenzó sus estudios de danza clásica y española con Pauleta Pamiés, profesora del Gran  Teatro del Liceo de Barcelona. En 1939 era ya la prima ballerina assoluta. A los 23 años se casó con José María García Gil, que la vinculó directamente a Aragón. En 1954 abrió su estudio de Danza Clásica en Zaragoza y en 1982 fundó y dirigió el Ballet Clásico de Zaragoza. También ha sido directora del Ballet Nacional de España.

Desde su jubilación sigue manteniendo la dirección de su academia. Ha recibido el premio Santa Isabel de la Diputación Provincial de Zaragoza y el premio San Jorge de la institución Fernando el Católico. Posee la Medalla de Oro Bellas Artes, que le impuso el Rey y fue nominada para los premios Príncipe de Asturias del 2001.

ANTONIO BELTRÁN: Nació en la localidad oscense de Sariñena en 1916. Realizó estudios secundarios y universitarios en Valencia y Zaragoza. Es doctor en Filosofía y Letras y licenciado en Derecho. Desde 1949 fue catedrático de Arqueología, Epigrafía y Numismática de la Universidad de Zaragoza, pasando a la cátedra de Prehistoria en 1981. Fue fundador y director del Museo Etnológico y de Ciencias Naturales de Aragón en Zaragoza y director del Museo de Zaragoza entre 1956 y 1974.

Ha sido miembro del Consejo Permanente y del Comité Ejecutivo de la Unión International des Sciences Prehistoriques el protohistoriques de la UNESCO, para quien también ha sido asesor en arte rupestre.

Tras su jubilación, el profesor sigue con su trayectoria profesional en los campos de la investigación y la divulgación. Zaragoza la nombró hijo predilecto y le concedió la Medalla de  Honor de la ciudad.

CONCHITA CARILLO: Nació en Quinto de Ebro y desarrolló su carrera profesional en Radio Zaragoza, principalmente en programas que difundían las peculiaridades de los pueblos de Aragón. Ahora sigue colaborando en múltiples actividades relacionadas con la cultura de Aragón. Colaboró con el Teléfono de la Esperanza muchos años y es la voz que acompaña el recorrido del Rosario de Cristal. Posee la Medalla al Mérito Profesional de la Diputación General de Aragón. El Ayuntamiento de Zaragoza  puso su nombre a una calle de la ciudad en reconocimiento a su extensa labor por Zaragoza y Aragón.