La secretaria ha criticado que «la ministra comenzara su andadura con buen bien pero que pronto cambiara sus políticas de avances para encontrarse en estos momentos a la deriva; abandonando el servicio público que es la sanidad y cometiendo los mismos errores que su anterior homóloga. El Ministerio de Sanidad ha dejado de trabajar para dedicarse a inaugurar jornadas, entregar premios, etc. La sanidad necesita seriedad, rigor y principalmente presupuesto».
En esta línea, Consuelo Rumí ha destacado las grandes desigualdades sanitarias que «en la actualidad se dan entre comunidades autónomas. Las grandes diferencias que se deben fundamentalmente por el sistema de financiación. No existe un esfuerzo presupuestario por parte del Ministerio: ha bajado el gasto público, ha aumentado el gasto privado y también el farmacéutico».
Ha destacado que Aragón se encuentra en una situación ventajosa porque el consejero de Salud «luchó con uñas y dientes» para conseguir unas transferencias «adecuadas» para las necesidades que existen en la comunidad autónoma aragonesa. Aunque ha señalado la batalla continua que tienen que librar cada día las consejería de Salud de las CC.AA con el Ministerio de Sanidad ya que la Ministra se dedica a anunciar nuevas prestaciones y planes pero que no son reales ya que la financiación de los mismos debe correr a cargo de las Administraciones regionales. «No está respetando las reglas de lealtad institucional» y ha puesto como ejemplo los Presupuestos Generales del Estado.
En cuanto al gasto farmacéutico, al que ha denominado como «el gran agujero negro» de la sanidad española puede suponer el elemento que ponga en riesgo la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. «Debe existir un Plan Integral del uso racional del medicamento, anuncio que hizo en su día la Minsitra, que los socialistas defendemos y que ha incumplido descaradamente»