Para Arola, «si el mantenimiento del cauce del río hubiera
sido el adecuado, quizá no se hubiera producido el desbordamiento y, de hacerlo,
sus consecuencias hubieran sido menos graves que lo que realmente han sido. El
paisaje que se observa desde la localidad de Cadrete hasta Zaragoza es
desolador». Considera que «el Gobierno debe establecer ahora un conjunto de
medidas urgentes para proceder a la limpieza y acondicionamiento para evitar que
se vuelvan a producir los múltiples daños y destrozos en la agricultura de la
zona y en los cascos urbanos de las poblaciones afectadas por el
desbordamiento». Arola también ha solicitado al Gobierno que «elabore un Plan de
Gestión de Riberas del río Huerva y le pide explicaciones sobre las inversiones
realizadas por el Ministerio de Medio Ambiente y la CHE en el río desde el 2000
hasta el 2002, con la especificación de las acciones acometidas».
A su vez, le pide que «fije unas ayudas para dar una
solución rápida a los perjudicados por las inundaciones ya que los afectados se
encuentran totalmente desolados y estudian la posibilidad de denunciar a la CHE
por permitir que el Huerva se encontrara en ese estado de descuido
total».