Zaragoza, 9 de mayo de 2024.- El diputado del Grupo Parlamentario Socialista, Daniel Alastuey, ha abordado el debate sobre la iniciativa parlamentaria de Vox sobre inmigración e inseguridad bajo el prisma de un bulo, cuyos ingredientes son la deliberación en su creación, la falsedad, hacerla percibir como verdadera y su propagación con un fin: el odio. En este caso, según afirma Alastuey, se busca presentar la inmigración mal llamada “ilegal” (es irregular) como un atentado a la convivencia.
Según ha relatado el diputado socialista, se emiten diversos datos falsos como que se ha batido en 2023 un récord de migrantes irregulares (55.618), cuando la realidad es que hubo más entradas en 2018 (64.298). Sin embargo, no se hace mención a las necesidades de nuestra economía, a las peticiones empresariales, ni a las advertencias del Banco de España.
Con respecto a la “criminalidad desbordada por la inmigración ilegal”, Alastuey ha criticado a Vox que mezclen cifras de aumento de determinados delitos con datos de criminalidad de extranjeros para instalar la idea de que a más inmigración, mayor inseguridad.
También ha rebatido que vivamos en un “país depauperado porque los recursos los consumen los migrantes”. Según los datos de empleo en Aragón, hay 80.000 migrantes que tienen una tasa de actividad mayor que los españoles y además hacen los trabajos que nadie quiere hacer en agricultura, trabajos domésticos, hostelería, etc., contribuyendo a la riqueza de Aragón.
Además, incorporan el bulo de que “la inmigración disuelve nuestra identidad”. Y todo ello, se difunde por redes sociales pero también desde las instituciones, como los parlamentos y los gobiernos en los que participa la ultraderecha”, lo que Daniel Alastuey encuentra “preocupante”.
El diputado socialista cree que el propósito no es la defensa de la nación, ni de la identidad europea, ni de los desposeídos frente a los poderosos, ni de la seguridad pública, sino lanzar un mensaje electoralista ante un ciclo electoral en el que se juegan presencia en las instituciones. Y para eso utilizan el peor combustible que existe en la política: el odio. A juicio del diputado socialista, “inventan enemigos, dirigen contra estos enemigos el odio y propagan el odio”.
Ante este propósito “rastrero” de tratar de conseguir votos, Alastuey alerta de que ahora el odio lo dirigen hacia un colectivo pero puede extenderse a toda la sociedad generando un problema de cohesión social.
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