La fecha simbólica del 8 de marzo se convierte cada año en un nuevo
recordatorio de la lucha por mejorar la calidad de vida de las mujeres.
Nos sirve de indicador sobre las permanentes desigualdades existentes
entre mujeres y hombres en el ámbito tanto público como privado.
Y nos impulsa a seguir trabajando por ampliar derechos de ciudadanía para
las mujeres, una constante para el Partido Socialista, que está abanderando el
Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con políticas de igualdad sólidas,
concretas y, sobre todo, que inciden en los problemas reales de las personas.
Hablamos de la Ley Integral contra la Violencia de Género, cuyos
mecanismos de evaluación son constantes; de la Ley de Dependencia, que afecta de
forma muy especial a las mujeres, principales cuidadores familiares; de la
modificación del divorcio, para hacerlo más ágil y menos traumático o del Plan
Nacional contra el tráfico de mujeres con fines de explotación sexual, una
iniciativa que el Gobierno ha anunciado y que contemplará medidas integrales
desde los ámbitos judicial, social, educativo, policial y de inmigración para
persecución de las mafias y de protección e inserción social y laboral de las
mujeres traficadas, con el objetivo de defender los derechos de las mujeres
prostituidas.
Porque los y las socialistas tenemos la profunda convicción de que
mejorar las condiciones de vida de las mujeres y conseguir su participación
activa en la sociedad significa mejorar la calidad democrática de los
municipios; enriquecer las relaciones de convivencia y una apuesta decidida por
el fortalecimiento del desarrollo económico del país.
Sabemos que aún hoy las mujeres cobran un 28,8% menos que los hombres;
que en un 83% de los casos ellas siguen siendo las responsables del cuidado de
las personas dependientes; que sufren las dramáticas consecuencias de la
violencia de género y que, a pesar de que ya sale de las universidades un 60% de
mujeres licenciadas, siguen liderando la estadística en contratos temporales y
en abandono de su empleo cuando llega la maternidad.
Conscientes de que esa realidad no nos gusta y de que es nuestro deber
transformarla, desde el Partido Socialista celebramos el Día Internacional de la
Mujer sellando nuestro compromiso con la aprobación de la Ley de Igualdad
Efectiva entre mujeres y hombres, que tiene la revolucionaria intención de
otorgar a las mujeres su propio espacio, la plenitud de sus derechos, para que
decidan en condiciones de igualdad y de libertad sobre su maternidad, su empleo,
y ,en general, sobre su participación plena en las estructuras donde se adoptan
las decisiones en la esfera política, civil, laboral, económica, social y
cultural.
Y dirigimos estas políticas de igualdad al conjunto de todas las mujeres,
intentando resolver los problemas cotidianos a los que se tienen que enfrentar
las mujeres jóvenes que buscan su primer empleo, las mujeres mayores, del ámbito
rural y urbano, las autónomas y empresarias, las mujeres que quieren
incorporarse a la Sociedad de la Información , ofreciéndoles, a todas ellas, las
herramientas necesarias para que consigan un mayor liderazgo en las acciones que
quieran emprender en cualquier ámbito de la sociedad.
Todas estas iniciativas son claves que debemos tener muy en cuenta de
cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2007, donde
podremos visibilizar a un mayor número de mujeres empoderadas, gracias a la
incorporación en la Ley de Igualdad del principio de democracia paritaria, por
el cual ningún sexo podrá tener una representación menor al 40% ni mayor al 60%
en tramos de cinco nombres en las listas electorales de todos los grupos
políticos.
Sólo a través de la presencia y del reconocimiento de las mujeres en la
toma de decisiones se podrá acelerar la consecución del fin por el que nos
unimos este 8 de marzo: la igualdad efectiva y real de toda la ciudadanía, con
independencia de su sexo.