Un año más queremos celebrar junto a todos los trabajadores una fecha tan
significativa para nosotros como es el día Internacional del Trabajo. Este
primero de mayo vamos a vivirlo además con la esperanza serena ante el alto al
fuego permanente declarado por ETA hace algunas semanas. Se abre una etapa para
la unidad de todas las fuerzas políticas democráticas. Un periodo largo, difícil
y duro, que debe ser aprovechado para lograr el clima de paz y de convivencia
democrática que los ciudadanos de este país merecen desde hace
décadas.
Esta fecha coincide también con nuestro
segundo año de gobierno, la mitad de la legislatura. Llegados a este punto, es
oportuno y conveniente mirar hacia atrás y examinar qué ha cambiado a nuestro
alrededor. Hemos demostrado que la eficacia económica es una seña de identidad
de la gestión socialista. Hoy nuestro país está a la cabeza de Europa en cuanto
a crecimiento económico. La gestión rigurosa nos ha llevado a cerrar las cuentas
públicas con el primer superávit de la democracia. Y este crecimiento ha
permitido que a lo largo de estos dos años de gobierno se hayan creado 1.800.000
empleos, lo que supone una media de 2.500 nuevos empleos cada día, y que la tasa
de paro se sitúe en el valor histórico del 8,7%, un dato que no se registraba
desde finales de los años 70. Ha sido una gestión eficaz porque a la vez que
administramos con el máximo rigor los recursos públicos, conseguimos que España
tenga hoy el mayor número de personas con trabajo de toda su
historia.
Como socialistas nuestro objetivo en estos
dos años ha sido el de trabajar para que los beneficios del crecimiento
económico se trasladen a todos los ciudadanos, especialmente a los que menos
oportunidades tienen. De ahí decisiones como la de aumentar el salario mínimo
interprofesional hasta los 540 euros, con el compromiso de llegar hasta los 600
euros al final de la legislatura. O la de incrementar las pensiones mínimas un
16% en dos años, para mejorar la situación de los más de tres millones de
personas que reciben las pensiones más bajas.
Trabajamos para que el avance en justicia social sea imparable. Por ello
elaboramos la Ley para la Autonomía Personal y atención a las personas en
situación de Dependencia, que se convertirá en el cuarto pilar del Estado de
bienestar para complementar las pensiones, la educación y la sanidad universal.
De esta forma garantizaremos por ley la atención a más de un millón de personas
que viven en nuestro país en situación de dependencia, liberando de una carga
claramente insostenible a muchas familias y especialmente a las mujeres, que son
quienes mayoritariamente se hacen cargo de los familiares dependientes sin
ninguna compensación económica.
En pleno siglo XXI
no es admisible que la mitad de la población esté discriminada en cuestiones tan
importantes para el desarrollo personal como la posibilidad de acceso al mercado
de trabajo. Para evitarlo hemos diseñado la Ley de Igualdad, una ley que
persigue la plena incorporación de las mujeres al mundo laboral en igualdad de
condiciones. También por primera vez se creará un permiso de paternidad, para
facilitar la corresponsabilidad de los padres en el cuidado de los hijos. La
igualdad en el ámbito laboral nos hará además de un país más justo, un país más
próspero económicamente, porque dejaremos de desaprovechar el capital humano
mejor formado de nuestro país. Los socialistas estamos convencidos de que los
empresarios se sumarán al reto de la igualdad, porque una sociedad que emplea
todos sus recursos, es una sociedad capaz de generar más
crecimiento.
La inmigración es hoy una realidad con
la que convivimos a diario. A través del proceso de regularización llevado a
cabo por el Ministerio de Trabajo, ahora hay 550.000 trabajadores que cotizan a
la Seguridad Social y que disfrutan de los mismos derechos y obligaciones que
los trabajadores españoles. No obstante, el drama de la inmigración ilegal así
como el tráfico de personas por medio de mafias sigue presente a nuestro
alrededor. Desde aquí mantenemos nuestro compromiso y esfuerzos para luchar
contra esta lacra social que afecta de forma más grave a nuestro país por su
situación geográfica.
En el área del empleo, podemos
afirmar que 2005 ha sido un buen año. En la actualidad, dos de cada tres empleos
europeos se crean en España. Especialmente bueno ha sido para los jóvenes, uno
de los colectivos que tradicionalmente tiene más dificultades: de 1.800.000
empleos creados en estos dos últimos años, 300.000 fueron para jóvenes,
reduciéndose la tasa de paro juvenil del 24% al 16%. Sin embargo, no podemos
conformarnos y vamos a seguir trabajando porque aún quedan muchos retos
pendientes en el ámbito laboral.
Nuestra principal
preocupación a día de hoy es lograr un empleo de calidad.
Tenemos una de las
tasas de temporalidad más altas de Europa y todos sabemos que la temporalidad
tiene efectos perversos tales como la baja productividad, la insatisfacción
laboral e incluso la siniestralidad. Confiamos plenamente en que, en el marco
del diálogo social, sindicatos y empresarios lleguen a un acuerdo para que la
futura reforma del mercado de trabajo tenga como uno de sus principales
resultados la apuesta por un empleo estable, que elimine la precariedad y
fomente la contratación indefinida.
Estos dos años
de gobierno socialista han estado marcados por un intenso ritmo de reformas que
nos están permitiendo disfrutar de un país más próspero, avanzado y justo. El
mercado laboral no puede quedar ajeno a este ciclo de reformas. De ahí el papel
activo que el Gobierno ha llevado a cabo durante el desarrollo de las
negociaciones para la futura reforma del mercado de trabajo, proponiendo medidas
que satisfagan a todos los agentes sociales implicados. Somos conscientes de la
dificultad, pero sabemos que una reforma sin consenso no es asumible. Estamos
completamente convencidos de que los agentes sociales actuarán con la
responsabilidad que les caracteriza y explorarán al máximo todas las
posibilidades para llegar a un pronto y satisfactorio
desenlace.
En eso el Gobierno está centrando todos
sus esfuerzos y tenemos la convicción de que la próxima reforma será positiva y
en la dirección que necesita nuestra economía. El PSOE ha estado desde sus
orígenes al lado de todos los trabajadores, reivindicando unas condiciones de
trabajo dignas y justas y celebrando todos los avances que se han ido
conquistando en el plano laboral. Desde la defensa del empleo estable y de
calidad y la apuesta por el aumento de la competitividad, hacemos un llamamiento
para manifestarnos este primero de mayo.