Manifiesto del PSOE con motivo del 1º de mayo de 2006

El PSOE manifiesta su total compromiso con una reforma laboral que mejore la

calidad del empleo y el dinamismo de la economía

Un año más queremos celebrar junto a todos los trabajadores una fecha tan

significativa para nosotros como es el día Internacional del Trabajo. Este

primero de mayo vamos a vivirlo además con la esperanza serena ante el alto al

fuego permanente declarado por ETA hace algunas semanas. Se abre una etapa para

la unidad de todas las fuerzas políticas democráticas. Un periodo largo, difícil

y duro, que debe ser aprovechado para lograr el clima de paz y de convivencia

democrática que los ciudadanos de este país merecen desde hace

décadas.
     Esta fecha coincide también con nuestro

segundo año de gobierno, la mitad de la legislatura. Llegados a este punto, es

oportuno y conveniente mirar hacia atrás y examinar qué ha cambiado a nuestro

alrededor. Hemos demostrado que la eficacia económica es una seña de identidad

de la gestión socialista. Hoy nuestro país está a la cabeza de Europa en cuanto

a crecimiento económico. La gestión rigurosa nos ha llevado a cerrar las cuentas

públicas con el primer superávit de la democracia. Y este crecimiento ha

permitido que a lo largo de estos dos años de gobierno se hayan creado 1.800.000

empleos, lo que supone una media de 2.500 nuevos empleos cada día, y que la tasa

de paro se sitúe en el valor histórico del 8,7%, un dato que no se registraba

desde finales de los años 70. Ha sido una gestión eficaz porque a la vez que

administramos con el máximo rigor los recursos públicos, conseguimos que España

tenga hoy el mayor número de personas con trabajo de toda su

historia.
     Como socialistas nuestro objetivo en estos

dos años ha sido el de trabajar para que los beneficios del crecimiento

económico se trasladen a todos los ciudadanos, especialmente a los que menos

oportunidades tienen. De ahí decisiones como la de aumentar el salario mínimo

interprofesional hasta los 540 euros, con el compromiso de llegar hasta los 600

euros al final de la legislatura. O la de incrementar las pensiones mínimas un

16% en dos años, para mejorar la situación de los más de tres millones de

personas que reciben las pensiones más bajas.
    

Trabajamos para que el avance en justicia social sea imparable. Por ello

elaboramos la Ley para la Autonomía Personal y atención a las personas en

situación de Dependencia, que se convertirá en el cuarto pilar del Estado de

bienestar para complementar las pensiones, la educación y la sanidad universal.

De esta forma garantizaremos por ley la atención a más de un millón de personas

que viven en nuestro país en situación de dependencia, liberando de una carga

claramente insostenible a muchas familias y especialmente a las mujeres, que son

quienes mayoritariamente se hacen cargo de los familiares dependientes sin

ninguna compensación económica.
     En pleno siglo XXI

no es admisible que la mitad de la población esté discriminada en cuestiones tan

importantes para el desarrollo personal como la posibilidad de acceso al mercado

de trabajo. Para evitarlo hemos diseñado la Ley de Igualdad, una ley que

persigue la plena incorporación de las mujeres al mundo laboral en igualdad de

condiciones. También por primera vez se creará un permiso de paternidad, para

facilitar la corresponsabilidad de los padres en el cuidado de los hijos. La

igualdad en el ámbito laboral nos hará además de un país más justo, un país más

próspero económicamente, porque dejaremos de desaprovechar el capital humano

mejor formado de nuestro país. Los socialistas estamos convencidos de que los

empresarios se sumarán al reto de la igualdad, porque una sociedad que emplea

todos sus recursos, es una sociedad capaz de generar más

crecimiento.
     La inmigración es hoy una realidad con

la que convivimos a diario. A través del proceso de regularización llevado a

cabo por el Ministerio de Trabajo, ahora hay 550.000 trabajadores que cotizan a

la Seguridad Social y que disfrutan de los mismos derechos y obligaciones que

los trabajadores españoles. No obstante, el drama de la inmigración ilegal así

como el tráfico de personas por medio de mafias sigue presente a nuestro

alrededor. Desde aquí mantenemos nuestro compromiso y esfuerzos para luchar

contra esta lacra social que afecta de forma más grave a nuestro país por su

situación geográfica.
     En el área del empleo, podemos

afirmar que 2005 ha sido un buen año. En la actualidad, dos de cada tres empleos

europeos se crean en España. Especialmente bueno ha sido para los jóvenes, uno

de los colectivos que tradicionalmente tiene más dificultades: de 1.800.000

empleos creados en estos dos últimos años, 300.000 fueron para jóvenes,

reduciéndose la tasa de paro juvenil del 24% al 16%. Sin embargo, no podemos

conformarnos y vamos a seguir trabajando porque aún quedan muchos retos

pendientes en el ámbito laboral.
     Nuestra principal

preocupación a día de hoy es lograr un empleo de calidad.
Tenemos una de las

tasas de temporalidad más altas de Europa y todos sabemos que la temporalidad

tiene efectos perversos tales como la baja productividad, la insatisfacción

laboral e incluso la siniestralidad. Confiamos plenamente en que, en el marco

del diálogo social, sindicatos y empresarios lleguen a un acuerdo para que la

futura reforma del mercado de trabajo tenga como uno de sus principales

resultados la apuesta por un empleo estable, que elimine la precariedad y

fomente la contratación indefinida.
     Estos dos años

de gobierno socialista han estado marcados por un intenso ritmo de reformas que

nos están permitiendo disfrutar de un país más próspero, avanzado y justo. El

mercado laboral no puede quedar ajeno a este ciclo de reformas. De ahí el papel

activo que el Gobierno ha llevado a cabo durante el desarrollo de las

negociaciones para la futura reforma del mercado de trabajo, proponiendo medidas

que satisfagan a todos los agentes sociales implicados. Somos conscientes de la

dificultad, pero sabemos que una reforma sin consenso no es asumible. Estamos

completamente convencidos de que los agentes sociales actuarán con la

responsabilidad que les caracteriza y explorarán al máximo todas las

posibilidades para llegar a un pronto y satisfactorio

desenlace.
     En eso el Gobierno está centrando todos

sus esfuerzos y tenemos la convicción de que la próxima reforma será positiva y

en la dirección que necesita nuestra economía. El PSOE ha estado desde sus

orígenes al lado de todos los trabajadores, reivindicando unas condiciones de

trabajo dignas y justas y celebrando todos los avances que se han ido

conquistando en el plano laboral. Desde la defensa del empleo estable y de

calidad y la apuesta por el aumento de la competitividad, hacemos un llamamiento

para manifestarnos este primero de mayo.